Lo confieso: la transmisión de ondas en el vacío sigue siendo un misterio para mí. Por eso esta explicación de la telegrafía sin hilos me parece tan interesante.
El dibujante de tebeos es Baudoin y el matemático Villani, y los dos han unido sus fuerzas para reflexionar sobre la responsabilidad de la ciencia ante la historia. En concreto, en soñadores, que así se llama el tebeo, nos hablan de los conflictos de cuatro grandes personajes Heisenberg, Turing, Szilard y Dowding (lo confieso: a este último no lo conocía).
En una novela comoEl siglo de las luces, que describe todo un mundo, no podían faltar referencias matemáticas, que su autor, Alejo Carpentier, utiliza para evocar tanto la curiosidad ilustrada acerca de las maravillas de la naturaleza como la terrible, "implacable geometría" de la guillotina.
Iniciamos esta sección con la lemniscata, curva formada por los puntos cuyo producto de distancias a un conjunto fijo de puntos llamados focos es constante.
La más famosa es sin duda la lemniscata de Bernoulli, símbolo del infinito.
A partir de un cuento de la novelista Fred Vargas, Edmond Baudoin dibuja un magnífico relato policial en el que el protagonismo se lo lleva Pi, un vagabundo capaz de calcular a ojo la longitud de cualquier circunferencia.